Pomeranian

 El pomerania es una raza canina perteneciente a la familia de los spitz, que recibe su nombre de la región de Pomerania Central, actualmente en la frontera entre Alemania y Polonia, y se clasifica como perro toy (juguete) por su pequeño tamaño.

 



Parece ser que fue en Alemania, concretamente en Pomerania, donde se comenzaron a desarrollar los primeros programas de cría, aunque estos perros eran de mayor tamaño. La reina Victoria se enamoró de la raza y a partir de sus perros la raza fue disminuyendo su tamaño hasta el tamaño toy de la raza actual. Los perros spitz alemanes son ancestros de estas bellezas. Fueron siendo seleccionados para un menor tamaño y colores más vivos como los que vemos hoy en día en lugar del gris estándar o el blanco de los perros spitz. Desde el principio, los Pomeranian han sido perros de compañía con aptitudes de perro de vigilancia.

 



El Pomeranian es un auténtico perro “toy”, con una altura ideal de 20 a 30 cm y un peso de solo 1 a 3 kg. Normalmente alcanzan el tamaño adulto entre los 7 y 10 meses de edad. Los Pomeranians son fácilmente reconocibles por su lujoso y esponjoso doble pelaje y su cara de zorro con las orejas alerta y puntiagudas. La forma corporal es bastante cuadrada y la cola mullida se riza hacia arriba y sobre su dorso. Un espeso collar de pelo alrededor del cuello completa la apariencia de un perro que puede soportar las nevadas del norte de Alemania. La cabeza tiene una forma más bien redondeada con un hocico muy característico.

 



Los Pomeranians son generalmente pequeños perros alegres y amistosos. No parecen darse cuenta de su pequeña estatura y pueden llegar a provocar a perros de tallas mucho mayores, incluso llegan a amenazarles verbalmente. Son perros activos que necesitan ejercicio diario, aunque solo sea dar una vuelta a la manzana. Son muy inteligentes y suelen desenvolverse bien en las competiciones de obediencia a pesar de su vena independiente. A medida que envejecen, son más propensos a volverse auténticos perros falderos.

 



Los Pomeranians suelen ser buenos perros de alerta y alarma y pueden ser propensos a ladrar de forma excesiva. Normalmente, son buenos con los niños, aunque éstos necesitan ser advertidos de que estos pequeños perros no son tan resistentes como otras razas de mayor tamaño.

 

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